miércoles, 5 de enero de 2011

Empezando el año y así las cosas...

Si, pudiera sonar a cliché, y quizá en realidad lo sea.
¿Qué es lo que hace algo emocionante? ¿lo nuevo, lo desconocido? ¿puede experimentarse lo que comunmente llamamos emoción todos los días? ¿las emociones pueden ser alimentadas por otras vías, digamos, sensaciones o sentimientos?
...ahhh... ¿cuál es el asunto aquí?

Lo que las personas dicen a veces puede ser muy bonito, pero pocas veces...

¿Han escuchado o leído eso de que, en palabras muy burdas, pensar positivo conduce a cosas positivas? Eso es, si no me equivoco, el asunto de la Programación Neuro-Lingüística, más o menos.
Eso de creer en ti, y que puedes aspirar a más y lograr todo lo que tu mente se propone o desea... Pero aplicado a otros campos, por ejemplo, a confiar en los demás, ¿qué tanto aplica, o qué tanto puede funcionar?
Supongamos que por un momento te propones creer todo lo que dice una persona, lo crees en el momento y te convences de ello. Todo en ti está casado con esa "verdad" que te has obligado a creer. ¿Sería eso suficiente, creerlo, para asegurar que así sucederá, independientemente de que no dependa de ti, sino de esa otra persona? ¿Tendría algún caso creerlo para que después lo que se dijo se convierta en lo opuesto y te desengañes? ¿Cuál de las dos formas sería menos riesgoso: creer y convencerte o no hacerlo y no esperar nada?

Creo que hay cierto grado de razón en aquellos que creen que lo mejor es no esperar nada de nadie, que si esperas puedes resultar defraudado o frustrado... Pero también creo que la esperanza alimenta las ilusiones, los deseos, las emociones y los sentimientos. No tener esperanzas va minando gradualmente todo eso, y creo que nos hace un poco más amarga la existencia...

Como sea, el asunto sigue siendo... ¿creer o no creer? ¿esperanza o desilusión? ¿qué es lo mejor para la vida?

Mmmm... quizá debería tomar en cuenta ciertos factores...