sábado, 28 de noviembre de 2009

Melomania.

¿Alguna vez han escuchado una canción que desearían nunca terminara?

Yo sí, no es que me pase con frecuencia, pero algunas canciones me hacen sentir tranquilo, nostálgico, sin preocupaciones, satisfecho. Y no son exactamente las letras de las canciones, sino más bien los sonidos: agudos, dramáticos,contrastantes, estridentes, o los tonos de las voces. Están por ejemplo: Down Boy de Yeah yeah yeahs!, Hooray de Delays, Question de System of a Down; Soot and stars y Once upon a time de Smashing Pumpkins, The death of all the romance de The Dears, y algunas otras.

Dersde hace un tiempo he pensado que si no fuera artista, probablemente sería músico, o quizá soy artista porque como músico mis habilidades con los instrumentos musicales no van más allá de tocar "Noche de paz" en la flauta o el círculo de Sol (¿o era de Do?) en la guitarra (creo que ya lo he dicho); el caso es que sería un rockstar, aunque mis canciones irían por esos rumbos del rock-metal-melódico-melancólico-triste-fuerte-con miedo o como se llame; tampoco el distinguir y clasificar géneros musicales es lo mío (para mi existe el rock, el pop, el reggae, lo que no entra en estas categorías y lo que escucha la plebe, jaja). Quizá algún día no me quedaré con las ganas y haré alguna pieza musical...

viernes, 20 de noviembre de 2009

Password

Auch! más de un mes y nada... ni siquiera recuerdo que hice en este tiempo, y quizá sea que nada importante sucedió y por eso no escribí algo en este blog.
Pero hace unos días, ya no recuerdo porqué, borré el historial de internet guardado en la lap (si, ya tengo una lap no exactamente nueva y poderosa, que me heredó mi papá). Al hacerlo no tomé en cuenta que con eso también se irían los registros guardados de todas esas páginas que visito con mayor o menos frecuencia y que involucran una contraseña. Noté que en realidad son muchas. Y cada una debe ocupar un par de neuronas cuya única y exclusiva funciónb es recordarla. Tengo una contraseña para este blog, una para cada cuenta de e-mail (cuatro actualmente, aunque hace unos años dejé perder otras dos precisamente porque ya no pude recordar las contraseñas), una para facebook, otra para youtube, otra para la página de la UNAM que guarda mi historia académica, otra para la plataforma virtual del SUA y una más para cargar la configuración de la pc. Seguro hay quienes tengan más (los NIPs del banco por ejemplo), pero también es seguro que es un lío recordarlas todas, sobre todo cuando te esfuerzas por hacerlas completamente diferentes por seguridad.
Pero creo que el caos es mayor cuando eres hombre y puedes dedicar tu atención a una limitada (más o menos) cantidad de asuntos, y cuando además de contraseñas hay que recordar fechas, teléfonos, pendientes, respuestas de exámenes, nombres, precios, etc., cómo no vamos a olvidar algo?