Church of the Poison Mind

Tiene razón. De una u otra forma esas ideas habían pasado por mi cabeza pero no me las quería creer. Como si hubiera aprendido a pensar en dejar de lado, en evitar respuestas, en conceder, en simplemente aceptar. Pero al mismo tiempo no es sólo así.

Debe ser sencillo dejarse guiar por una idea. Lo malo es cuando es la idea equivocada.
No sé cómo, cuándo, o por quién dejé que se me fuera "envenenando" la cabeza con ideas inútiles. Me convirtieron en una persona demasiado pasiva y ala que pareciera que nada le importa. Como si me cubriera con un impermeable de todo, y para evitar el daño, "se me resbalara".
Quizá es sólo un método o algo parecido a eso del instinto de conservación: restarle importancia a las cosas, al menos en la mente, sólo para que no afecte. Pero es cierto, usar ese método impide buscar solución a los problemas, y más bien irlos acumulando o arrumbándolos en un rincón. Llenarse de problemas nunca ha sido bueno.

Puede parecer estúpido: estas ideas están en mi cabeza, pero otras de mayor arraigo, más antiguas quizá, se aferran y no desaparecen. Y es entonces cuando ella me recuerda el camino correcto, ese que reconozco pero que por alguna razón me niego a tomar.
Es como si necesitara un lavado de cerebro para poder eliminar las ideas que paralizan todo lo demás. Un ataque de amnesia para desaprender y aprender de nuevo.

Ese debe ser el problema, esa debe seruna de las razones; yo mismo me saboteo en muchos sentidos y entonces nada pasa.
Necesito regrabar el subconsciente, modificar la conducta y restaurar un "realismo optimista". Un pequeño pago a su intervención.


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Cada día ella me sorprende más. Voy aprendiendo y descubriendo nuevas cosas. Me maravilla y la admiro.

Show me how to live

Tantas cosas por hacer y tan poco tiempo. Empiezo a creer que alguna tendrá que quedarse para después y no me gusta.
Tengo muchos proyectos de obra que no he podido realizar por distintos motivos: para algunos me falta tiempo para conseguir los materiales que necesito, para otros requiero espacio, en otros he perdido la práctica y para algunos simplemente no puedo concentrarme.
Me fijé como tiempo límite para terminar la tesis hasta fin de año, dos proyectos de producción tienen como fecha límite Octubre, en Agosto empiezan nuevamente mis clases de Historia, hay que hacer algunos exámenes y tengo kilos de papel que debo leer.

El trabajo ha pintado bien los últimos tres días. Si, tres días; al menos me he sentido más cómodo que de costumbre y menos enajenado diría Kant. No tengo uno de los mejores jefes, podría decir que es una buena persona, pero como jefe es una de los que no es que no acepten sus errores, sino que incluso cree que es imposible que se equivoque, y además tiene la costumbre de quedarse ahí nada más viendo a ver a que hora haces algo que no le guste. Nos pone nerviosos a todos sólo verlo dar vueltas y regresar a cada rato para apurarnos. De cualquier forma me he sentido algo aburrido de hacer casi siempre lo mismo: las rutinas no son lo mío. La paga aún no es buena, pero el dinero es dinero.

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En la semana me desvelé viendo televisión. Me encontré con V for Vendetta: no puedo dejar de sentir algo con esa película. No sé, es una sensación fuerte, una especie de placer, de éxtasis mental: esperanza, libertad, admiración, valor, o una mezcla de todos. A veces me parece extraño poder encontrar estas cosas en una película basada en una novela gráfica, pero no lo puedo evitar. Hay algo en la película que siempre me llena de satisfacción, frases que mi mente ha grabado, imágenes impresionantes.

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¿La vida es injusta?

A veces siento auténtica envidia de otros. A veces compruebo que la falta de valores, de educación, de respeto hacen llegar más lejos a la gente. A veces pienso si el no creer en un dios, en una religión o aunque sea en un monigote de cartón, es un factor que determine que tan bien te va en la vida. A veces siento como si cada cosa en mi vida fuera un rompecabezas al que le faltan piezas.


Por momentos soy feliz, plenamente feliz. Por momentos, al imaginar una vida conjunta, soy feliz. Los momentos que estoy con ella, soy feliz.

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En la semana me ofrecieron una "línea" de coca. Me daba curiosidad, pero me resistí.