miércoles, 29 de abril de 2009

El miedo no anda en burro, sino en chanchito.


El mundo se va a acabar. Bueno, nada que no se sepa. Pero con medio país confundido y muerto del miedo por la "gripe de puerquito", ni quien diga nada.

Pero... ¿y que tal si la epidemia fuera un ataque terrorista? ¿qué hubiéramos sido el blanco de una prueba de armas biológicas? ¿que todo fuera un intento desesperado por llevarnos al primer mundo? (digo, el terrorismo sólo es de primer mundo, ¿no?) ¿y si fue Obama el que vino de pasadita nada más para dejar sus virus?

Lo más probable es que el virus ese ni siquiera exista o que ni sea tan grave la cosa, que la gente que se enfermó y se murió sólo estaban predispuestas por lo que dicen en la tele o el radio. Lo más probable es que nos hayan metido miedo sólo para distraernos de otros asuntos, como siempre.

La Influenza bien podría ser el chivo expiatorio de cuanto ha ocurrido a últimas fechas en el país: el choro de que legalizar la intervención del ejército en la seguridad pública va a fortalecer a las instituciones, que los curas pederastas se sientan más humanos por sus pecados, que el desempleo sigue a la alza, que el IFE intenta provocar la amnesia colectiva invitando a votar, que la modificación a los programas de bachillerato por parte de la SEP busca desconocer el área de Humanidades, o lo de Cananea. Es la excusa perfecta para proponer un fondo de millones de pesos para la epidemia, que se aprobará cuando ya haya pasado y entonces digan: - No hay epidemia, pues entonces nos lo guardamos. -

El ejército listo en el metro por si alguien se convierte en zombie.

La verdad es que ni cómo creerles. Nada más nos recluyeron en nuestras casas, para aburrirnos con la tele y sin que podamos salir (¿a qué si todo está cerrado?) ni a ver a los cuates. Por eso yo no ando con cubrebocas (si uno no puede parecerse a Darth Vader ¿entonces qué sentido tiene?), no me reprimo de darle la mano a la gente o de los besos, ni estornudo en el ángulo interior del antebrazo. Ya pasará y no pienso morirme todavía.

********

¿DUDAS? Chéquense las letras azules.

********

Y en otras cosas, he vuelto a tocar la tesis, a trabajar en ella. Sólo espero que ahora que vea a mi director no me diga "Gracias por participar!".

jueves, 16 de abril de 2009

Este es un post al que no supe qué título ponerle.

Nos quieren convencer a todos. Parece que ya notaron que al grueso de la población ya ni le importa votar (¿para qué? si siempre es la misma gata pero revolcada). Por eso el IFE intenta convencernos de que ya no hay corrupción en las elecciones y que puedes comprobarlo de primera mano, de que de verdad les importa la inclusión de las mujeres en los procesos electorales, de que si no piensas antes de votar harás una mala elección, de que participar en las elecciones de verdad hará crecer al país, a nuestra democracia o a nosotros mismos. Ya empieza a molestarme escuchar y ver tantas veces el mismo absurdo en los comerciales del radio o la tv...

Pero no es tan sencillo. Las opciones son siempre las mismas, y a últimas fechas parecen ya ni siquiera tener una postura bien definida. Los candidatos a cualquier puesto están ahí sólo por la excesiva paga, y el gobierno se encarga de deseducarnos desde la infancia para que no notemos los verdaderos problemas o nos hagamos de la vista gorda.

La verdad es que mucha gente ni siquiera cocnoce las actividades de aquellos que van a elegir y por eso pueden prometer mil cosas que aún con la mejor de las intenciones no podrían nunca cumplir. La verdad es que pagarle tanto a los funcionarios públicos produce ambición de más y eso fomenta la corrupción. La verdad es que si los sueldos suben, los trabajadores no asalariados (comunmente productores de materia prima y que satisfacen las necesidades básicas) tienen que compensarlo, todo sube y alcanza para lo mismo. La verdad es que no puede existir tal democracia si al mexicano común le sigue importando más el futbol y los espectáculos que le venden como "cultura", que el desempleo o la escaces de agua.

Decía Bob (así o con otras palabras) que no era correcto incitarlos a anular su voto. Está bien, no lo hago. Además de que al hacerlo realmente nada diferente pasaría porque seguirían considerando los votos no anulados como válidos y la historia sería más o menos la misma.

Tengo, creo, varias espinas enterradas sobre este tipo de asuntos. De alguna manera tienen que ir saliendo.
Ustedes disculpen.

********

La semana pasada (lo siento ya tan distante) tomamos merecidas vacaciones. Un pequeño paseíto por Hidalgo.
Me atrevería a decir que todo estuvo más que bien, excepto el regreso: me enfermé y a la fecha sigo con la nariz tapada y un labio adolorido. Aunque por supuesto, valió la pena.