Al amanecer

Con el Bicentenario a la vuelta de la esquina, empieza a verse mayor el bombardeo de lo que se supone es más mexicano, más autóctono, más tradicional: las megapantallas patrocinadas por el gobierno para que conozcamos nuestra historia, el folleto ese que ha llegado a todos los hogares mexicanos y que dice llamarse un libro de historia, el tema musical oficial del Bicentenario, un nuevo Jetta edición Bicentenario y hasta el reencuentro de Garibaldi y su nuevo disco (jaja). Todo eso que debiera ser un nuevo y mejor punto de partida en la transformación de un país, no pasa de convertirse en un espectáculo que atraiga a todos los que digan ser o quieran sentirse muy mexicanos; un continuo marco de referencia y un punto de comparación a partir del pasado que más o menos justifique "los esfuerzos" del gobierno en turno. Patrañas. ¡Sabotaje al Bicentenario!
Pero todo eso me ha hecho notar que desafortunadamente perdí mi oportunidad. Tenía pensado intentarlo a través del arte, una gran exposición (grande en un sentido mas que nada personal) relacionada un poco con "la gran celebración", pero de todas las piezas que debieran conformarla sólo acabé dos. Aunque aún pienso terminarla y llevar a cabo todo el show, no sé si alcance el objetivo que tenía en mente. Pero quién sabe, igual y funciona después.

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Alguna vez leí una cita o algo parecido, creo que en un papelito que venía con un dulce o envolviendo un chocolate (en realidad no lo sé, pero cada vez que me acuerdo de esa frase mi mente piensa en el sabor del chocolate), y decía que, parafraseando un poco, tan pronto se entra a una habitación con dos personas es preciso tomar partido. Desde fuera, puede ser sencillo ver las cosas y escoger un lado. Desde dentro, y cuando se trata de tus padres la cosa se complica.
Uno cree saber, imagina cosas, pero a veces resultan ser sólo ilusiones. Las cosas cambian de un día para otro, y poco después ya no hay vuelta de hoja. Y pese a todas las explicaciones que se puedan dar, todas las alternativas que se puedan proponer, nada vuelve a ser como antes.
Al principio creo que estaba demasiado confundido, más allá de que no sentía algo definido, no podía saber qué era lo que se supone debería sentir; era una especie de limbo.
En el proceso, evite entrar a la habitación. Yo no puedo estar sólo de un lado. Es eso falta de juicio? falta de criterio? falta de caracter?

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Parece que en este mes he escrito más veces en el blog que en la tesis. Aún tengo mucho que leer, pero mis deseos e intereses por escribir se han renovado. Creo que se acerca una buena temporada; así que espero sacarle jugo en todos los sentidos antes de que los vientos cambien.

Alma Matter

Ah, hoy me quede sin ir a una fiesta. Mañana trabajo. Lo peor del caso es que mañana sólo me conviene trabajar porque es día de paga, y como esta semana si quedé con mi saldo en ceros, es imperativo cobrar.
Pero hoy platiqué con el patrón (¿que diferencia etimológica hay entre "padrino", "patrón" y "padrote"?), y todo resultó mejor de lo que esperaba. Aunque el tono de la charla podría rayar en la hostilidad o algo muy parecido, fue honesta y amena. Conseguí una cierta libertad para ir a trabajar sólo cuando pueda, o sólo cuando se me antoje. El caso es que viene a ser lo mejor, con todo lo que de repente se me juntó, trabajar sólo uno o dos días de la semana es perfecto. Por supuesto habrá escases de dinero pero se compensará con abundancia de tiempo para tesis, tareas, y si, finalmente y después de mucho, producción de obra.
Creo que es justo lo que necesitaba, más tiempo, del que gozaré a partir de la próxima semana.

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Ayer empezaron mis clases/asesorías. He decidido probar nuevamente cursar todas las materias del semestre. Por lo que presentaron de sus cursos, casi todos los profesores son buenos, aunque aún no dejan ver qué tan pesado hacen el semestre.
Por la mañana, también ayer, fui a la ENAP. Sigo extrañando ese lugar. De alguna forma me agrada que sea tan íntimo y tan abierto al mismo tiempo. Siempre hubo gente molesta y chocante de quien hablar mal a sus espaldas o de simplemente ignorarlos o reírse de ellos por su capacidad de juntar cinco idioteces en una frase de tres palabras.
Ahora que ando en Filosofía y Letras, el ambiente es algo "plano". La gente se mueve mucho, pero parece como si la individualización fuera más marcada. Escasean los grupos de más de tres personas y cuando se presentan por lo regular son los que discuten, alegan y se indignan por cualquier tontería y organizan comités y juntas y mitines y marchas intrascendentes y sin sentido; causas perdidas en varias ocasiones.

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Por fin siento que todo se va enderezando. Eso ya es algo positivo.
¿Cómo le hace uno para poder explotar todas las ideas que se le vienen a la mente?

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Advertencia, la siguiente frase puede pecar de cursi, absténgase de seguir leyendo si usted es alérgico:

Sigo estando muy enamorado.

Help

Ya es agosto, empezaron nuevamente las clases, y empieza nuevamente mi búsqueda por "algo" mejor. Decidí que los primeros pasos serían quizá los dos más básicos: purgar literalmente mi espacio y mi vida, y al mismo tiempo cambiar de trabajo. (Si, una chamba así no se la recomiendo a nadie.)
Lo siguiente será ponerme al corriente con la tesis, porque según el plan era terminar el capítulo a finales del mes pasado, y ahora, a casi mediados de este, apenas llevo escritas 5 cuartillas. Lo admito, este mes la abandoné mucho: se me cruzaron una falta de información que me impedía escribir, una nostalgia enorme por la lectura por placer que me llevaron a leer "Psicología de la posible evolución del hombre", junto con una cola de descargas para el XBox de varios GB, y el final de temporada de 24.
Si, parecen nimiedades. De hecho quizá lo son, pero incluso esas cosas consumen tiempo y así se va pasando sin que uno pueda darse cuenta. Pero bueno, en realidad no muchos hemos tomado conciencia de lo que es un minuto, una hora, un día.
Pero más preocupante es que últimamente he escuchado comentarios, noticias, etc. que se refieren a diferentes asuntos (música, guerra, política, familia, escuela, gente), y más de una vez me he llevado una sorpresa cuando se mencionan los tiempos; los tiempos "reales" resultan ser mucho más largos de los que yo consideraba para cada asunto. En cambio, calcular aproximadamente las horas de un día, me cuesta relativamente menos trabajo y fallo poco.
¿Será que tengo una torcida concepción del tiempo, será que me siento joven aún, con toda la vida por delante; o que esas cosas que he escuchado tuvieron tal trascendencia que permanecen frescas aún en mi memoria? ¿Cómo saberlo?

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Aún extraño a mis amigos, a todos los que no he visto en estos años. Si, hay muchos a los que no he visto en años, y lo más grave del asunto es darse cuenta de que conforme pasa el tiempo más difícil será verlos: unos están más ocupados, otros continuamente de viaje, otros se van a vivir a otro país (benditos sean ellos, jajaja) y quizá algunos descubran que en realidad nunca fuimos tan amigos y ni siquiera se preocupen por que volvamos a coincidir.
¿Cuál es el lapso convenido socialmente después del que, sin tener ningún tipo de contacto, se termina una amistad?¿Cuántos siguen siendo mis amigos?

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Estoy cansado, ya no quiero trabajar ahí, pero las buenas maneras y mis malas mañas me impiden solo abandonar y ya.
Pensar así no debe ser bueno para el cuerpo.