miércoles, 21 de marzo de 2012

Realidad distorsionada.

¿Es posible hablar de "realidades"?
Una realidad percibida de manera diferente por cada persona talvez, diferentes formas de percibir una misma realidad; o momentos en que la percepción de la realidad es diferente. Situaciones así.

Los sueños, las ilusiones, las esperanzas, la lógica... cada uno debe alimentar un tipo específico de "realidad".
Pero si eso es posible, ¿qué define cuál es la más auténtica? ¿Por cuál guiarse?

viernes, 16 de marzo de 2012

El Silencio

En alguna parte leí o escuché que es necesario una especie de "gatillo", un cambio lo suficientemente drástico para que te empuje a escribir... pero igual parece que escribimos no sólo como remedio, sino como un intento por ponerle orden a todo lo que pasa por nuestras mentes y quizá entenderlo...


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Hace poco fue mi cumpleaños. Y justo por esos días, justo toda esa semana, todo parecía estar saliendo perfecto: por fin había terminado con la tesis y ya sólo faltaban algunos trámites para completar todo el asunto de titulación, se estaban abriendo nuevas oportunidades de trabajo y  había tenido un inmejorable regalo de cumpleños. Tenía planes sustanciales en mi vida y las cosas parecían estar adecuándose justo para poder llevarlos a cabo y al fin.
Todo iba bien, pero de repente... ya no.

Como tiene que ser, me resistí, me negué, y me enojé bastante. Las emociones emergieron y llegaron a la superficie hasta que hubo tiempo de calmarme, hablar... de nuevo.

Y esta última vez fue como si se tratara de fijar un tratado de capitulación entre dos ejércitos o una tregua, no sé, algo así. Al principio, lo admito, hubo una sensación de paz, de tranquilidad, quizá hasta de confianza; aún cuando la condición principal del acuerdo es un corte completo: ni voces, ni miradas, ni palabras. Cero, nada, el vacío, el silencio y ya.

De cualquier manera no tenía más opción que aceptar, poner buena cara, y así fue... por unos días.
Ahora estoy dividido:Una parte se se aferra a lo positivo y lucha por conservar el optimismo y la esperanza, por confiar en que esas últimas palabras no fueron sólo para ablandar el golpe, que fueron reales y significan. Que es posible y existe aún un atisbo de felicidad...
Pero la otra parte, la que le da vueltas y analiza todo una y otra vez, no deja de encontrar razones para el desencanto y la tristeza; de encontrar huecos en el discurso que parecieran evidencia de traición y mentira, o de hallar razones que me hagan sentir con derecho a hacer reclamos.

Es una ironía todo esto: la manera en que sucede, el momento en que sucede, los antecedentes involucrados, las "razones", los posibles motivos ulteriores... y todo lo que, si lo sigo pensando, no tiene un verdadero cierre.

Me recuerda esa películas en las que los personajes principales se debaten entre el éxito profesional individual o el que les permite involucrar una familia, como si sólo les fuese posible aspirar a tener uno solamente, nunca los dos. Recuerdo que cada vez que veía algo así yo pensaba para mí: "se equivocan al pensar solo en ellos".

Que fácil es la destrucción, el olvido.
¿A dónde se va todo? ¿Dónde poner todo lo que es, lo que ha sido?... ¿y lo que puede ser?