miércoles, 22 de octubre de 2008

Notas de un paseo.

Esta es una de esas cosas que te encuentras en México. Basta salir a la calle.
Esto me lo encontré en el centro de la ciudad, mientras esperaba a V.
Ja. No me digan que al instalar el primero de los teléfonos de la imagen, pensaban en la gente diminuta. Para mi que lo enterraron más de lo que debían.


Todo el planeta está al borde del colapso económico (México no se escapa a pesar de los comerciales del gobierno federal prometiendo que nada malo pasará), próximamente se anunciará la bancarrota de varios bancos, pero aquí, en el mundo del surrealismo y la utopía todos regalan cosas.
Ora (jejeje, saludos Jordy) hasta los teléfonos públicos recompensan tu preferencia.


Yo todavía no consigo imaginar cómo es que usando un teléfono público, pueden saber quien se gana un premio. ¿Alguna idea?

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