jueves, 1 de mayo de 2008

Dicen que Dios es el amigo imaginario de los adultos.

A veces quisiera creer con vehemencia en Dios. Que en realidad te ve, te escucha y cosas así. Confiar en que bastaría un par de oraciones significativas hechas fervientemente para que todo se solucionara.
Siento que me voy empequeñeciendo (y a veces ahogándome entre gritos, llanto, angustia y miedos que no han salido aún). Puedes llorar en medio de la gente y nadie lo nota. O quizá si, pero prefieren ignorarlo, o no saben qué hacer. ¿No es eso para reírse? ¿No es eso para rendirse?
A veces regresa a mi, quizá ya al borde del absurdo, el pensamiento de que todo se resolverá, que podría ser como antes.
Reconozco que todo esto tuvo ciertos efectos "positivos" en lo "profesional". Pero lo dije tres, cuatro... diez veces: lo dejaría todo... bla, bla, bla, bla, bla. Uno simplemente toma decisiones.
Por ahí (o sea, en un lugar indeterminado por mi memoria) leí esto:

"Los que se aman se lastiman con la verdad para no destruirse con la mentira"

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Insisto en mi teoría personal (mmm..."mi" y "personal" en la misma frase se siente casi como un pleonasmo; si es que no lo es, segurito está mal escribirlo así) de que la clave de la felicidad radica en encontrar ese algo que te permite conformarte con todo lo demás:
- la rutina
- la ignorancia
- la pobreza
- el desempleo
- el hambre
- los impuestos
- la enfermedad
- los malos gobiernos
- la religión
- la guerra
- la soledad
- la muerte
- etc.


...nobody said it was easy, it's such a shame for us to part
nobody said it was easy, no one ever said it would be so hard...


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Los anónimos han desaparecido.

5 comentarios:

ésa que no soy yo dijo...

Ouch! Yo creo que la felicidad no es un estado permanente, al contrario, está hecha de instantes en los que parece que todo está bien y en efecto lo está. Lástima que dure tan poco y que casi siempre nos demos cuenta cuando ya pasó.

Anónimo dijo...

ahhestoy de regreso querido

O.M.A.R. dijo...

Esa que no soy yo acierta en algo: lo notamos muy tarde.

Anónimo dijo...

Me parece que tienen razón, la felicidad no es estado permanente...

pero tampoco la tristeza...

nos queda esperar a que aparezca otra vez la felicidad...

espero.

O.M.A.R. dijo...

Namás no se la pase esperando "otra anónima".