domingo, 9 de marzo de 2008

De un tiempo para acá:

Sucede que he sentido la curiosidad, casi necesidad de tener hijos.
¡Qué lástima que no sea yo mujer!
De serlo, no faltaría quién me hiciera el favorsito (o favorcito; no sé como se escribe). Y ya, si me pusiera muy exigente, pues nada más sería cuestión de buscarle un poco, pero finalmente, con la urgencia, pues que me hicieran el favor y tooooodos felices. De a madre soltera, pues qué.

Pero el problema, es que no tengo útero, y aunque alguien me hiciera el favor, no salgo ganando. El doble problema (¡bendita sea mi suerte!) es que, por patético, triste, ridículo y estúpido que se escuche (o se lea, en este caso), sólo me gustaría tener hijos con la única mujer que ahora dice tener el más ferviente deseo de que la deje en paz, de ignorarme y de nosaber más nada de mí.

A fin de cuentas, todo es una gran complicación....

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